Fiestas en honor a la Virgen de la Encarnación
Celebración: 25 de marzo

    Las fiestas patronales de La Encarnación están dedicadas a la Virgen homónima y al patrón de la pedanía, San Blas, siguiendo así la costumbre secular de los pueblos de celebrar festividades tanto en honor del patrón como de la Virgen, en sus distintas advocaciones marianas.

    Ya en el siglo XVIII, existía una cofradía que custodiaba a la Virgen de las Cuevas en la antigua ermita de la villa. Esta cofradía sacaba en romería a la imagen, en procesiones que llegaban hasta la ciudad de Caravaca, rogativas que pedían las lluvias necesarias para los cultivos y ganado con los que sobrevivía la población. Era costumbre, por lo largo del trayecto, que aldeanos, labradores y ganaderos pasaran la noche al raso para poder asistir a los actos litúrgicos del día siguiente y la posterior procesión.

    Con el pasar de los siglos durante estas ceremonias la afluencia de público era tal que llegaban a establecerse tenderetes dónde se vendía turrón, aguardiente o el "pan de San Blas". Pero en los años cincuenta del pasado siglo XX se trasladó la ubicación de la Virgen a la nueva ermita, pasando esta populosa romería a formar parte de la memoria histórica de la pedanía.

    La pequeña iglesia de La Encarnación fue inaugurada en 1954, al tiempo que la vieja ermita dejó de ser lugar de culto. La iglesia alberga también la imagen del patrón de la villa, San Blas, cuya festividad se celebra el 3 de febrero. La administración eclesiástica del templo pertenece a la parroquia de La Almudema.

    La festividad de San Blas se prolonga a lo largo de toda una semana. Actividades lúdicas, ofrenda de flores al patrón, procesión y comidas de fraternidad entre los vecinos que, como en casi toda Caravaca, tienen la costumbre de unirse para buscar leña en el campo y preparar las migas, plato típico en toda la zona.

    El 25 de marzo se celebra el día de la Virgen de La Encarnación, con una romería en la que se lleva a la Virgen desde la nueva ermita hasta la antigua.

Semana Santa

    La Semana Santa y la festividad de la Inmaculada también se celebran en la villa. El domingo de Ramos se celebra una antigua costumbre que consiste en una procesión que recorre la pedanía hasta la ermita de la Encarnación, romería en la que los vecinos rezan pidiendo lluvia, al término de ésta, se realizan paellas junto a la ermita para todos los participantes del evento religioso.

    Las rogativas invocando al agua se realizan en esta pedanía desde tiempos inmemoriales, de hecho, en un año con sequía era tradición que alguien gritara: "sacad a la Virgen de La Encarnación" y la gente en procesión respondía: "¡Virgen de La Encarnación, agua!".

    El 30 de mayo se celebra también en esta pedanía, la festividad de la Virgen de Fátima, en la que los vecinos participan en una procesión por las calles de la pedanía.