Esta actuación arqueológica en uno de los puertos naturales más importantes desde la Antigüedad y por lo tanto de alta potencialidad arqueológica, pretendía localizar las zonas no afectadas por los dragados y conocer sus posibilidades arqueológicas

ARQUA LOCALIZA UN BARCO ROMANO Y OTRO DEL SIGLO XVIII/XIX

Durante los últimos cuatro meses y dentro del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático Español promovido por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática – ARQUA ha llevado a cabo una campaña de prospección arqueológica en aguas del puerto de Cartagena.

Esta actuación arqueológica en uno de los puertos naturales más importantes desde la Antigüedad y por lo tanto de alta potencialidad arqueológica, pretendía localizar las zonas no afectadas por los dragados y conocer sus posibilidades arqueológicas.

Se trata de un proyecto plurianual que comenzó el año pasado con la dotación por parte del Ministerio de los laboratorios de restauración, imprescindibles antes de cualquier extracción arqueológica y la adquisición de las máquinas y herramientas necesarias para los trabajos subacuáticos.

Los objetivos últimos han sido:

Ampliar la infraestructura del museo y adecuarla a una metodología que permita abordar proyectos arqueológicos subacuáticos.
Realizar, en colaboración con la Universidad de Murcia, un estudio de la paleotopografía del puerto y su estratigrafía.
Crear una metodología de trabajo adecuada a la problemática del estudio de un puerto antiguo.
Localizar unos yacimientos que permitan al museo iniciar nuevos proyectos de investigación que puedan utilizarse como excavación escuela para la formación de nuevos arqueólogos.

La Autoridad Portuaria de Cartagena, consciente de la potencialidad arqueológica del puerto de Cartago Nova, optó en varias de sus obras por la construcción de pantalanes flotantes que no afectasen al subsuelo. Es precisamente debajo de unos pantalanes donde se han localizado los yacimientos arqueológicos.

El equipo de trabajo está formado por tres arqueólogos de ARQUA (David Munuera, Ana Miñano y Rocio Castillo), dos arqueólogos de la empresa ARQUEOMAR (Juan Pinedo y Felipe Cerezo) , el patrón de embarcación de ARQUA (Emilio Peñuelas), el fotógrafo David Balcázar, “Balky” y la supervisión del director del museo (Xavier Nieto).

Con el fin de alcanzar los objetivos previstos se han realizado 26 sondeos de entre tres y cuatro metros cuadrados hasta alcanzar la roca natural situada en muchos casos a más de dos metros de profundidad bajo el lecho marino.

Yacimiento 1.- Corresponde al propio fondo del puerto en el que, como consecuencia de su dilatada ocupación, se han ido depositando objetos perdidos o arrojados voluntariamente.
La excavación ha puesto al descubierto una potencia de sedimentos de más de dos metros de espesor localizándose tres paleofondos principales sellados por antiguas praderas de posidonia oceánica. Estos niveles correspondientes a otros tantos momentos cronológicos permiten detectar los aportes aluviales provocados por las avenidas de las ramblas que desembocaban en el puerto.

Este estudio de paleotopografía unido al que está llevando a cabo en tierra la Universidad de Murcia permitirá avanzar en el conocimiento de la evolución de la línea de costa y del paleoambiente.
Se ha recuperado una gran cantidad de objetos de muy amplia cronología y tipología. Es de destacar una magnífica colección de pipas para fumar bellamente decoradas.

Estos restos, junto a desechos alimenticios (huesos de animales, semillas de frutas, vasijas de cocina, etc.), deben corresponder a los detritus arrojados al mar por los marineros durante los periodos de fondeo de las naves.

Yacimiento 2.- Se trata de un barco romano de finales del siglo IV ? inicios del siglo V d.C. que transportaba un cargamento heterogéneo en cuanto a sus componentes. Presenta junto a ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, otras béticas y lusitanas para el trasporte de conservas de pescado. Aparecen también lucernas y otros objetos de la tripulación, algunos con símbolos cristianos impresos.

A falta de un estudio detallado, parece ser un barco que redistribuía productos desde un puerto andaluz hasta la ciudad de Cartagena o, en un trayecto más largo a las costas italianas, como documentan barcos similares ( Dramont E -Francia o el Punta Ala A -Italia).

Yacimiento 3.- De momento, y hasta que se estudien los materiales, parece tratarse de un hundimiento ocurrido entre finales del siglo XVIII e inicios del XIX.

Destacan como hallazgos significativos los correspondientes a la arquitectura del barco (especialmente partes del forro del casco) y elementos de las jarcias (poleas, motones, cabos, etc). También una parte de la pala del timón.

El sondeo realizado parece coincidir con la zona de cocina de la embarcación dada la abundante presencia de ollas con marcas de fuego, fuentes, vajilla de mesa, cubiertos, botellas de vidrio, aceiteras y un tonel de madera destinado probablemente a contener alimentos.

Este pecio, junto con el material de época moderna procedente del fondeo de las naves, son pruebas del auge del puerto de Cartagena tras la construcción del Arsenal en el siglo XVIII

Se inicia ahora una nueva fase para la restauración y estudio de los materiales.

El año próximo futuras campañas han de permitir realizar excavaciones en extensión en estos dos yacimientos y continuar la prospección sistemática del puerto que, a priori, se presenta, como no podía ser de otro modo dadas sus magníficas condiciones náuticas y su dilatada utilización, como una zona arqueológica de gran interés.