Iglesia Parroquial Nuestra Señora de Loreto

En el interior destacan, además del hermoso retablo que preside el altar mayor, el artesonado de madera, las interesantes pinturas murales y la decoración a base de elementos arquitectónicos, todo ello realizado entre los siglos XVI y XX.

El ingreso a la nave central está flanqueado por dos grandes columnas de estilo dórico, apoyadas sobre pedestal. Por encima de ellas se sitúa un piso superior, destinado al coro.

Tanto la decoración pictórica como arquitectónica se concentra en el espacio ocupado por la nave principal. El acceso a las pequeñas capillas, que se abren a uno y otro lado de la nave, queda flanqueado por una serie de pilastras adosadas que sustentan  arcos de medio punto. Estas pilastras de tono grisáceo están rematadas por un capitel de estilo jónico, y decoradas con pinturas de color azul que repiten un motivo decorativo a base de grecas lineales y florales. Estos motivos decorativos son diferentes en las pilastras del lado izquierdo y en las del lado derecho, superponiéndose además las pinturas realizadas en distintas etapas.

Así mismo, la nave central está recorrida enteramente en su parte superior por decoraciones arquitectónicas como cornisas voladas, rocallas, medallones con representaciones naturalistas, molduras y relieves. Todo ello realizado en tonos grisáceos y tostados. El espacio existente entre estos elementos arquitectónicos está completamente decorado con pinturas murales que representan distintos motivos.

Sobre los arcos de acceso a las capillas laterales aparecen además los nombres de los propietarios a los que pertenecían las mismas. Estas decoraciones fueron realizadas entre los siglos XVI, XVII y XVIII, por ello en algunos puntos se puede observar la superposición de unos elementos sobre otros.

El Retablo

En el altar mayor podemos ver el retablo de madera labrada realizado tras la Guerra Civil, ya que el que existía anteriormente fue quemado durante la contienda. La pared sobre la que se sitúa este altar estaba profusamente decorada con pinturas, pinturas de las que hoy sólo quedan las representaciones del sol y la luna, situad<s a ambos lados del retablo.

El gran retablo de madera ocupa casi la totalidad del altar mayor. Está realizado íntegramente en madera tallada. Destacando entre sus motivos decorativos dos grandes columnas con fuste estriado y capitel corintio, apoyadas sobre un pedestal labrado, situadas en los extremos. Dos grandes columnas salomónicas, también sobre pedestal labrado, que flanquean el camarín de la Virgen de Loreto. En los espacios situados entre las distintas columnas se sitúan dos soportes sobre los que se encuentran las figuras de San Francisco de Asís y San José con el Niño en brazos.

Todo el conjunto queda rematado por un hermoso cuadro que representa a Jesucristo con un cáliz en la mano y  en actitud de ofrecer la  comunión.

El templo posee además un impresionante artesonado de madera de estilo mudéjar bajo la cubierta a dos aguas. Este artesonado está compartimentado por la existencia de distintos arcos diafragma, decorados también con pinturas. El hermoso trabajo de talla de este artesonado representa uno de los ejemplos más importantes de este tipo de la Región de Murcia.

En cuanto a las capillas laterales, en ellas se sitúan pequeños altares dedicados a otras tantas imágenes. Además, los primeros documentos conservados en el Archivo Parroquial se remontan a la primera mitad del siglo XVI, encontrándose entre ellos la partida de bautismo de Diego Saavedra Fajardo. Posee además bienes muebles de distintas épocas.

Todo el conjunto de la iglesia parroquial fue restaurado a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, concediéndosele el reconocimiento de Bien de Interés Cultural.