Los solárium permiten a quienes toman rayos uva (ultravioleta) en cabina ofrecer un aspecto bronceado todo el año. Además, muchas personas toman unas sesiones previas a las primeras exposiciones al sol en la playa. En este sentido, es recomendable tener en cuenta las siguientes indicaciones si queremos evitar riesgos innecesarios:
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Las radiaciones ultravioleta pueden afectar gravemente a la piel y a los ojos. Además, las exposiciones intensas y repetidas pueden provocar un envejecimiento prematuro de la piel, así como un aumento del riesgo de desarrollar un cáncer de piel. Los daños causados a la piel son irreversibles.
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Es obligatorio usar grafas de protección durante las sesiones para evitar lesiones oculares tales como inflamación de córnea o cataratas.
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Las radiaciones uva pueden ser especialmente peligrosas en usuarios de piel muy blanca y no deben ser utilizadas por personas que se queman sin broncearse, que presentan insolación, que hayan tenido un cáncer de piel o condiciones que lo predispongan.
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Las exposiciones a los ultravioletas artificiales están prohibidas a los menores de 18 años y desancosejadas a las mujeres embarazadas.
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Los cosméticos aumentan las sensibilidades a las radiaciones, por lo que hay que retirarlos bien antes de su exposición. No se debe aplicar ningún filtro solar ni exponerse al sol y al aparato el mismo día.