Si bien la tecnología garantiza la seguridad y confidencialidad de las transacciones online, y la ley (LSSI) protege los derechos del consumidor en Internet, hay algunas precauciones a tener en cuenta para comprar en la Red o utilizar la banca online y otros servicios sin riesgos.
En primer lugar, nunca se deben adquirir productos ofrecidos a través de correo comercial no deseado (spam); en la mayoría de los casos estos mensajes sólo sirven para comprobar que la cuenta de correo está activa.
No hay que ofrecer indiscriminadamente la información personal. Hay que saber quién la recopila y para qué, información que normalmente aparece en la política de privacidad. En cualquier caso, datos tan importantes como el número de tarjeta de crédito sólo hay que ofrecerlos a sitios de confianza con sistemas de comunicación seguros. Nunca hay que dar más información que la necesaria.
Cualquier página utilizada para transmitir datos confidenciales debe ser una página segura. La dirección (URL) debe empezar por 'https://' y en la parte de abajo del navegador aparecer un candado cerrado.
FUENTE: REVISTA CONSUMER