Desde finales del siglo XV Murcia entró en una fase de estabilidad, sin cambios sustanciales. Una visión general para el siglo XVI en BERMÚDEZ AZNAR, A: Consolidación institucional en el siglo XVI murciano, en Historia de la Región Murciana V, páginas 35-60. Mediterráneo. Murcia. 1981. El único aspecto a resaltar es la eliminación del adelantamiento como institución señorial casi feudal, sustituido por la figura más administrativa del corregidor como funcionario de la corona con una función de control político y económico de los concejos municipales, semi independientes hasta entonces en esos campos.
El siglo XVII fue de estancamiento casi total en todos los aspectos. Más datos en LEMEUNIER, G.-MUÑOZ-MUNUERA: Una sociedad en crisis en Historia de la Región Murciana VI, páginas 19-41. Mediterráneo. Murcia. 1981

Por el contrario el siglo XVIII, con la llegada a España de la dinastía francesa de Borbón, implicó cambios en profundidad, la Nueva Planta. Se pueden seguir en BERMÚDEZ AZNAR, A: El reformismo institucional ilustrado en el Reino de Murcia durante el siglo XVIII, en Historia de la Región Murciana VI. Mediterráneo. Murcia. 1981. La cuestión específica de la Guerra de Sucesión en la Región en FLORES ARROYUELO, F.J.: La Guerra de Sucesión en Murcia. Belluga, en Historia de la Región Murciana VI. Mediterráneo. Murcia. 1981. Los límites del reino Murcia, nunca bien definidos hasta entonces, se identifican definitivamente desde entonces con los de la división territorial de 1707, la Provincia de Murcia. En segundo lugar, se produjo un cambio en profundidad del sistema administrativo territorial, siguiendo el modelo francés, con la generalización de los corregidores a los territorios de señorío y el establecimiento de las figuras del corregidor mayor provincial y, sobre todo, del intendente, encargado de la administración económica. Para este proceso, es esencial VILAR GARCÍA, M. J.: Territorio y ordenación administrativa en la España Contemporánea. Los orígenes de la actual Región uniprovincial de Murcia. Asamblea Regional de Murcia, Academia Alfonso X el Sabio. Murcia. 2004, sobre todo en las páginas 75-88.

Por último, llamar la atención sobre la aparición, todavía durante el siglo XVIII, de la idea de reformar el sistema territorial creado con los Decretos de Nueva Planta menos de un siglo antes, para crear provincias más homogéneas, uno de los problemas esenciales de la administración española de la primera mitad del siglo XIX. Esto afectó directamente a Murcia, que era una de las provincias ¿grandes¿ de la planta provincial española. En 1799 el ministro Godoy impulsó la creación de ¿provincias marítimas¿ para fomentar el comercio, con un sentido obvio en casos como los de Cádiz, Málaga, Santander o Alicante. Cartagena fue el puerto-capital de una de esas provincias, que aunque no llegó a ser delimitada estaba destinada a abarcar el litoral desde Guardamar a Garrucha. La acción del intendente de Murcia Martín de Garay en 1804 cercenó de raíz esa posibilidad, que sólo se revivió de forma provisional en 1820-1821.