Free cookie consent management tool by TermsFeed Acto II - Escena III - Virgo - Región de Murcia Digital
ARTE Y CULTURA

Acto II

Virgo

Cristián Mínguez "Decatlón de Afrodita"

Afrodita y Eósforo-Hermes

Eósforo-Hermes.-  (Eósforo observa detenidamente lo que ha encontrado y se pone, con cuidado, cada uno de los elementos. Cuando termina, en un movimiento rápido, cambia a Hermes)   No me busques,  Afrodita. Estoy aquí.  

Afrodita.-  ¡ Hermes !. ¿Te has convertido en Hermes, así, tan rápido?

Eósforo-Hermes.- ¿Bromeas? Yo no cambio, sigo siendo Hermes. Solamente que en Roma me llaman Mercurio.

Virgo - Johfra Bosschart Afrodita.- (Comprendiendo la situación) Ya veo, una vez que te conviertes en el otro, eres el otro, y no el de antes ¡ Qué fenómeno ¡

Eósforo-Hermes.- No comprendo muy bien lo que dices.

Afrodita.- Déjalo, es igual...

Eósforo-Hermes.- Quizás analizando tus palabras, pueda sacar alguna conclusión sobre tus planteamientos. Vamos a ver, decías que...

Afrodita.- (Le interrumpe) No me digas que te vas a poner ahora a analizar lo que he dicho.

Eósforo-Hermes.-Es necesario tener en cuenta todos los detalles. Hay que ser, exactos, pulcros...perfectos.

Afrodita.- No eras así la última vez que hablé contigo.

Eósforo-Hermes.- Cuando estoy con Virgo, si lo soy.

Afrodita.- ¿No me dijiste que eras regente de Géminis?...

Eósforo-Hermes.- (No la deja terminar) ¡ Sí !, lo soy; y también lo soy de Virgo. ¡ Valgo por dos !

Afrodita.- Bueno, en el fondo, no creas que me extraña; yo también valgo por dos. Oye, y dime; ¿qué poder te da el atributo que llevas en la mano?.

Eósforo-Hermes.- ¡ El caduceo !, símbolo de ciencia y de conocimiento. Sin él, no podría ser yo.

Afrodita.-  ¡ Conocimiento !; qué termino más complejo.

Eósforo-Hermes.- La verdad es que cuesta trabajo conseguirlo, pero merece la pena. Virgo tiene una estructura mental capaz de llegar al conocimiento más puro, ahora bien, siempre a través del análisis y del discernimiento.

Afrodita.- Debe ser un trabajo agotador.

Eósforo-Hermes.- A Virgo no le asusta el trabajo, en ello tiene el equilibrio de su salud.

Afrodita.- ¡ Salud !, uno de los mejores premios del destino.

Eósforo-Hermes.- Virgo puede irradiar salud durante casi toda su existencia, aunque tiende a preocuparse en exceso por ella.

Afrodita.- ¿Cómo logra , entonces mantenerse sano?

Eósforo-Hermes.- Generalmente por medio de una alimentación bien controlada, base de su equilibrio energético.

Afrodita.- Demasiado complicado... es mucho trabajo.

Eósforo-Hermes.- Ya te he dicho que Virgo no le teme al trabajo.

Afrodita.- ¿Cómo se puede combinar el trabajo con el destino y el amor? son términos que no tienen nada que ver.

Eósforo-Hermes.- A veces desarrollar nuestro destino o saber conservar el amor puede suponer un duro trabajo.

Afrodita.- Pero eso no es un trabajo convencional... no tiene recompensa económica.

Eósforo-Hermes.- Ya ves, Afrodita...Virgo a veces trabaja sin recibir nada a cambio; es muy servicial.

Afrodita.- En el amor no se trabaja...¡ se disfruta !

Eósforo-Hermes.- Virgo lo tienen todo en cuenta; en el amor, analiza hasta el último detalle .

Afrodita.- Yo le diría a Virgo que en el amor hay que mirar el conjunto de la relación. Si nos perdemos en un detalle, entonces nada sería perfecto.

Eósforo-Hermes.- Cuando llega el amor, todos podemos cambiar, tú deberías saberlo.

Afrodita.- Yo lo sé todo sobre el amor;  (contrariada)  pero, ahora resulta que debo aprender otras cosas.

Eósforo-Hermes.- (Le entrega una de las rosas)  Pues aprende la esencia de estes signo: ¡ su capacidad de perfección  por el discernimiento ! . Siéntelo en  “La rosa de Virgo”.

Afrodita.- (La recibe con cuidado)

 

Para Virgo,
Hermes trae,
mensajera,
la rosa
que servicial
te ayudará
en tu dura
y constante
entrega cotidiana
que en alas
de un amor
puro y sano
se propagará
con minuciosidad
por cada rincón
del Universo...

 

( La lleva junto a las otras)

                                     

(Hermes, mientras ella deja la rosa, se  quita las piezas de sus atributos  y vuelve a ser Eósforo) .

(Después se dirige hacia una de las columnas en cuya base hay un gran cofre) 

Escena IV