Perspectiva amplia de las Islas Hormigas y su faro
Perspectiva amplia de las Islas Hormigas y su faro
J. A. López Espinosa - © G.I. E005/07, U.MU.
Sierras de Cartagena
Sierras de Cartagena
Región de Murcia Digital

Las grandes unidades del relieve nos sirven a su vez para definir las principales unidades paisajísticas, ya que sus características condicionan de forma general el tipo de uso al que han sido destinadas. Se puede diferenciar una costa rocosa o acantilada (sobre todo a lo largo del litoral sur, desde Cabo Palos hasta Águilas), con escasa ocupación humana; una costa sedimentaria (alrededor del Mar Menor, Mazarrón y Aguilas, principales cuencas y llanuras sedimentarias), donde se ha desarrollado la agricultura y, más recientemente, el turismo) y un conjunto de sierras litorales, alineadas fundamentalmente en sentido Este-Oeste, que han mantenido usos principalmente forestales.

Pero podemos diferenciar algo más, dentro de estas grandes unidades. Así, distinguiríamos:

La costa rocosa, formada por materiales consolidados, modelados por los procesos geológicos y por la acción erosiva del mar, para dar lugar a formas generalmente escarpadas, a menudo verticales; por su altura pueden ir desde escarpes de pocos metros hasta acantilados de varios cientos de ellos. Actualmente algo más de un tercio de nuestros casi 300 km de costa es litoral rocoso, sin considerar la parte ocupada por obras artificiales.

Las islas e islotes pueden ser accidentes de origen volcánico, prolongacioneso fragmentos desgajados de los relieves del continente, que emergen a distancias variadas de la costa. Las del litoral murciano son poco extensas y no suelen estar muy lejos del continente. Los casi 30 km que forman su perímetro son predominantemente rocosos, con muy reducidos tramos de costa sedimentaria (pequeñas playas de arena o grava).

Las formaciones sedimentarias más próximas al mar, como dunas y playas, son zonas de depósito de materiales procedentes de la erosión continental o costera, movilizados por los cauces fluviales y redistribuidos por la dinámica litoral. Estas formaciones cubren unos 90 kilómetros de nuestra costa, casi un tercio de su longitud total. Están especialmente bien representadas en el Mar Menor, con casi 70 km de costa sedimentaria, en cuyo entorno se localizan los principales depósitos arenosos. A ellos se suelen asociar lagunas y humedales costeros, como el propio Mar Menor y sus salinas, carrizales y saladares periféricos. Estas zonas suelen ser el resultado del cierre de bahías y ensenadas por barreras arenosas creadas por los procesos de transporte y sedimentación litoral.

Las llanuras sedimentarias son terrenos de escasa pendiente, resultado del depósito de materiales en las principales cuencas de sedimentación localizadas entre los relieves litorales y prelitorales: son las cuencas de Aguilas, Mazarrón, y el Campo de Cartagena, dedicadas principalmente a la agricultura. Son drenadas por ramblas litorales, cauces amplios de régimen intermitente que desembocan directamente en el Mediterráneo o en el Mar Menor, aunque también pueden desdibujarse en las partes más bajas de las llanuras litorales (marinas).

Finalmente, los cabezos y sierras, tanto litorales como prelitorales, constituyen alineaciones o afloramientos montañosos aislados que se elevan sobre las llanuras y depresiones, En general estas zonas menos accesibles y poco propicias para la actividad agrícola, han resistido mejor la transformación humana, conservando distintos tipos de formaciones forestales (bosques y matorrales).

Francisco Robledano