Se puede disfrutar de la naturaleza sin dañarla
Se puede disfrutar de la naturaleza sin dañarla
Murcia enclave ambiental

    Para tratar de analizar el impacto de las actividades de uso público mayoritarias se ha hecho una valoración semi-cuantitativa por medio de una matriz de impacto muy sencilla, siendo su objetivo tratar de obtener un valor de impacto global para cada actividad. Se han caracterizado los impactos positivos o negativos que las actividades deportivas y recreativas tienen sobre el medio y se les han dado valores de 0 a 3, según las características de cada actividad.

    Hay que considerar el error que conlleva el haber agrupado ciertas actividades que, si bien pertenecen a la misma tipología de actividad, se diferencian en distintas especialidades, las cuales no tienen el mismo impacto sobre los componentes del medio natural. Según los valores máximos y mínimos de impacto posibles, se establece el rango de impacto y se clasifica en alto, moderado y bajo.

    Podemos observar que las actividades motorizadas (motociclismo, automovilismo, rutas 4x4, quads) se han valorado como las más impactantes sobre el medio. Este tipo de actividades tienen una frecuencia media-alta en la Región, ya que el total de días en que se autorizaron fue de 60.

    Respecto a las actividades motorizadas conviene resaltar los principales impactos que generan sobre el medio natural (Guía de Medio Ambiente y Sostenibilidad, aplicados a los deportes no olímpicos, Fundación Barcelona Olímpica y Fundación Ernest Lluch):

  • Generación de contaminación acústica.

  • Emisión atmosférica de gases contaminantes.

  • Deterioro de pistas forestales, caminos tradicionales, pastos y sembrados.

  • Afección a los cauces de agua (ramblas principalmente).

  • Destrucción de vegetación típica de saladar (práctica de motocross en criptohumedales).

  • Destrucción de vegetación de ribera.

  • Molestias a la fauna, destrucción de madrigueras y refugios.

  • Dispersión y fragmentación de hábitat debido a la creación de nuevos caminos.

  • Posibles afecciones al patrimonio histórico-artístico, etnográfico, arqueológico, etc.

    Además, los deportes a motor suelen conllevar la realización de largos itinerarios que atraviesan gran diversidad de hábitats diferentes y que suelen afectar sobre todo a algún lugar de la Red Natura 2000 sobre los cuales no hay aún herramientas de gestión aplicables ni zonificación de sus usos que limite el paso de vehículos motorizados.

    Por otra parte, para la evaluación del impacto del ciclismo se han tenido en cuenta los siguientes aspectos:

  • Compactación y erosión el suelo (paso de bicicletas y presencia de espectadores).

  • Impacto paisajístico por el abandono de residuos y basuras.

  • Afecciones a la vegetación de márgenes de caminos y sendas.

  • Molestias a la fauna.

  • Dispersión y fragmentación de hábitat debido a la creación de nuevos caminos.

  • Contaminación atmosférica por el desplazamiento hasta estos lugares de particulares.

  • Abandono de materiales (pegamentos, neumáticos) con riesgo de bioacumulación en los seres vivos.

    También las rutas ciclistas suponen en ocasiones grandes recorridos, si bien éstos suelen ser en carretera asfaltada y tienen menos impacto directo sobre el medio. Son las modalidades de mountain bike las que pueden suponer mayor afección al entorno natural al celebrarse en el interior de espacios naturales protegidos o atravesar zonas de monte público y de la Red Natura 2000. Por añadidura, la práctica de esta modalidad, de forma individual principalmente, provoca un conflicto en el uso de ciertos senderos con los senderistas. Ambas modalidades son bastante frecuentes en la Región (66 autorizaciones).

    Las carreras de orientación y montaña suponen un impacto más leve sobre el medio, por lo que se han valorado con un impacto de tipo moderado al considerar los siguientes aspectos:

  • Compactación del terreno.

  • Ahuyentamiento momentáneo de animales.

  • Pisoteo de la vegetación en los márgenes de los caminos.

  • Residuos en zonas de avituallamiento y abandono de balizas y señalización.

  • Concentración de espectadores.

    Se han querido diferenciar estas actividades porque las carreras de montaña en general abarcan mayor extensión que las de orientación, que suelen ser más localizadas en el territorio y concentran menor cantidad de público. Las carreras de orientación suelen ser más frecuentes que las carreras de montaña, siendo el número de autorizaciones de 37 actividades de orientación frente a 12 de montaña.

    Las actividades recreativas como romerías o actividades con escolares son de las más habituales en el medio natural, registrándose 75 días con este tipo de actividad. A la hora de evaluar su impacto en el medio hay que tener en cuenta dos características de las mismas: localización en un espacio concreto, normalmente en áreas recreativas o zonas de uso público y congregación de gran número de personas, lo que magnifica la intensidad del impacto sobre el medio en un corto período de tiempo.

    Respecto a los ejercicios militares, son con diferencia las actividades más solicitadas en esta Unidad de Uso Público, y en su evaluación han resultado como de bajo impacto ambiental. Este es el resultado de haber considerado que durante estos ejercicios se llevaban a cabo principalmente: recorridos topográficos, marchas de endurecimiento y pruebas de orientación. Durante los ejercicios no se llevan a cabo prácticas de tiro, ni otras actividades que puedan suponer un aumento del riesgo de incendios. Por lo general, suelen ser actividades localizadas sobre el terreno, pero suponen la movilización de un gran número de participantes y generalmente de algún vehículo de apoyo.

    El senderismo ha resultado tener un impacto bajo y es de las actividades mayoritarias (73). Se ha valorado negativamente la compactación del suelo y positivamente la vinculación con la naturaleza que genera este tipo de actividad en los participantes, siendo una importante oportunidad para fomentar la interpretación del medio natural.

    Las actividades que menor impacto generan en el medio son las de educación ambiental y voluntariado, ya que refuerzan la conciencia ambiental entre sus participantes y se llevan a cabo labores para la restauración de algún elemento del medio. Estas actividades, sin embargo, son minoritarias, habiéndose solicitado durante el 2008 un total de 29.