Free cookie consent management tool by TermsFeed Generalidades de los hongos - Región de Murcia Digital
NATURALEZA

Generalidades de los hongos

Generalidades de los hongos

Detalle del Lactarius deliciosus (Nízcalo)
Detalle del Lactarius deliciosus (Nízcalo)
Murcia enclave ambiental

    A pesar de que algunos aspectos de la biodiversidad regional, como la flora superior o la fauna vertebrada, son bien conocidos, existen otros que han sido menos estudiados y difundidos: es el caso de los hongos.

    Las áreas forestales de la Región, como todo bosque extenso y maduro, acumulan gran cantidad de materia orgánica en el suelo, una de las condiciones fundamentales para la presencia de hongos descomponedores. Además, la gran masa arbolada favorece a aquellos otros que son simbióticos o parásitos.

    Los hongos requieren dos condiciones climáticas claves para su desarrollo: elevada humedad ambiental, superior al 70%, que se consigue tras periodos de lluvias abundantes, y temperaturas suaves, entre 10 ºC y 25 ºC. Bajo climas mediterráneos, como el que se registra en las montañas murcianas, estas condiciones suelen producirse durante la primavera y el otoño. No resulta extraño que durante estos meses muchos aficionados a la micología salgan al monte tanto para fotografiarlas como para recolectar aquellas comestibles. Sin embargo, conviene ser precavido y no ingerir nunca aquellas especies que puedan ocasionar dudas.

Los hongos y las setas

    Los hongos son unos seres vivos peculiares, mezclan características presentes en plantas y animales. Con las primeras comparten el crecimiento arraigado al suelo y la presencia de celulosa en sus células, mientras que con los segundos, los animales, comparten la carencia de clorofila y la posesión de glucógeno y de quitina.

    Las setas son los cuerpos fructíferos de los hongos, es decir, la parte visible, y aparecen durante los meses templados, tras periodos de lluvia, generalmente en primavera y otoño. La forma típica consta de un pie y un sombrero bajo el cual existen láminas o poros de los que se desprenderán las esporas que originarán nuevos hongos.

    La parte no perceptible a simple vista es el micelio, que se encuentra enterrado en el suelo o entre los tejidos de las plantas. Se trata de un entramado de filamentos parecidos a finas raíces. Sirve para absorber los nutrientes y el agua.

Los hongos en la historia

    El consumo de setas por parte del hombre se remonta a las sociedades recolectoras-cazadoras del Paleolítico y Neolítico que convivían con estas especies en plena naturaleza, al amparo de abrigos rocosos y cuevas en densos bosques, especialmente en la Región de Murcia y el levante español donde dejaron su huella a modo de arte rupestre.

    La recolección siguió siendo el principal modo de conseguirlas en el primer milenio a.C. por los griegos, así como por los romanos. De los primeros queda la raíz 'mico', que procede del griego mykes. Los romanos se referían a ellos como fungi, de donde procede la palabra 'hongo'. Las dos civilizaciones aportarían las setas a su gastronomía, además de estudiar y poner en práctica remedios farmacológicos y medicinales conseguidos a través de ciertas sustancias que algunas variedades guardan en su interior.

    Pueblos de origen celta incluyeron en sus rituales la ingesta de algunas especies de hongos con propiedades alucinógenas. En algunas partes del mundo aún se consumen hoy en día.

    Pero el cultivo de setas llegaría en el siglo XVII y sería Francia el primer país en controlar plantaciones de algunas de ellas. Actualmente la producción de setas y champiñones ha experimentado un auge enorme.