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NATURALEZA

Características de estos saladares

Características de estos saladares

Saladares del Guadalentín
Saladares del Guadalentín
Murcia enclave ambiental
El Valle del Guadalentín ha visto modificadas sus peculiaridades en los últimos 50 años, llegando a desaparecer las surgencias de agua subterránea, llamadas ojos, que permitieron, durante siglos, el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de la zona. Este espacio está considerado como un humedal no sólo por sus antecedentes históricos, sino también porque, en condiciones normales, suele mantener capas de agua subterránea a poca profundidad.

Los motivos que han originado su formación son muy complejos, aunque sin duda se ha visto favorecido por las siguientes condiciones:

¿ El relieve llano del valle que impide el drenaje de multitud de ramblas que no llegan al río.

¿ El carácter semipermeable de los sedimentos limosos, que mantiene encharcada el agua en diferentes estratos y favorece el ascenso de sales.

¿ La intensa evaporación, pues a causa de las altas temperaturas se pierde el doble de agua de la recibida por la lluvia, cristalizando las sales en la superficie del terreno.

Estos saladares integran el tipo más genuino de humedal continental de la Región de Murcia, a la vez que el más alejado de la imagen estereotipada de las zonas húmedas, habiendo sido clasificado como criptohumedal continental asociado a llanuras de inundación. La estructura de la vegetación natural y la ausencia de una lámina de agua superficial producen un hábitat óptimo para las aves de tipo estepario, apareciendo una comunidad ornitológica relevante a escala nacional y europea. La aparente contradicción ambiental entre subsuelo húmedo y superficie estepárica se resuelve al constatar la intensa dependencia entre ambos subsistemas a través de intensos procesos de evapotranspiración. La alta participación de materiales salinos en estos procesos deviene en un paisaje y vegetación de estepa salina, un ecosistema extremadamente singular a escala europea.

La importancia de este paraje reside en las peculiares comunidades de aves que de él dependen, por lo que incluso cuenta con figuras de protección comunitaria, habiendo sido designado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). Lo que más caracteriza a este lugar es su paisaje de cárcavas, barranquizos y cañones, desprovisto de cubierta vegetal, que se conoce como badlands o paisaje lunar. Asociados a estas formaciones se hallan los suelos halomorfos por procesos de salinización en los fondos de los cauces. Los Saladares del Guadalentín poseen una variada representación de comunidades halófilas que, en general, presentan un estado de conservación óptimo. Las más características son las de saladar, con la presencia del almarjo (Halocnemum strobilaceum) como especie de mayor valor ecológico, ya que presenta una de las poblaciones más importantes de España.

Entre los taxones de flora destaca el endemismo murciano-almeriense Limonium delicatulum. Destacan también iberoafricanismos como el tomillo sapero (Frankenia corymbosa), el taray (Tamarix boveana), la palmera datilera (Phoenix dactylifera) y el cambrón (Lycium intricatum). Otras especies relevantes por su interés de conservación son: los gurullos (Anabasis articulata), la sosa jabonera (Arthrocnemum macrostachyum), las siemprevivas (Limonium angustebracteatum, Limonium caesium, Limonium cossonianum, Limonium echioides, Limonium supinum, Limonium thiniense), la hierba salada (Salicornia ramosissima), la sosa alacranera (Sarcocornia fruticosa) y los tarays (Tamarix canariensis). En cuanto a la fauna, destacan por su importancia las comunidades de paseriformes propias de áreas abiertas con vegetación baja, con especies como la terrera marismeña (Calandrella rufescens) y la curruca tomillera (Sylvia conspicillata). También destacan aves típicamente esteparias o asociadas a estos paisajes, tales como el sisón (Tetrax tetrax), el alcaraván (Burhinus oedicnemus), la ortega (Pterocles orientalis), el aguilucho cenizo (Circus pygargus) y la carraca (Coracias garrulus). Igualmente reseñables son las especies de quirópteros Rhinolophus ferrumequinum y Rhinolophus mehelyi. También son frecuentes la lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus), el erizo moruno (Atelerix algirus), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y la liebre (Lepus granatensis), siendo el mayor depredador natural el zorro (Vulpes vulpes).