La almadraba es un arte de pesca muy selectiva que hoy en día se encuentra casi extinguida en el Mediterráneo. Cada vez son menos los puntos donde se ubican estas pesquerías. La Azohía, un pequeño pueblo pesquero situado en la comarca de Cartagena en la Región de Murcia, es una de las pocas zonas del Mediterráneo español donde aún sobrevive esta técnica de captura.

Si nos remontamos al pasado, este arte de pesca artesanal ya era utilizado, sin apenas cambios en sus técnicas, en las costas de Cartagena por los romanos. Así lo indican restos arqueológicos encontrados en varias ramblas situadas en las cercanías de la Azohía.

Según los indicios, estas actividades se mantuvieron, al menos parcialmente, durante la época musulmana pero tras la conquista cristiana todo cambió. La inseguridad general producida por los piratas berberiscos generó el éxodo de la población hacia el interior. Sin embargo, la pesca del atún rojo (Thunnus thynnus) a gran escala en la almadraba hace que los pescadores de Cartagena se arriesguen a llegar todos los años a la Azohía. Para la protección de la almadraba, en el siglo XVI se levantó la torre de Santa Elena, armada con dos cañones para la defensa y situada en la punta de la Azohía, un lugar estratégico para el avistamiento y posterior destrucción de las galeotas berberiscas.