Promover el amor y respeto por la naturaleza es una tarea necesaria para inculcar en los jóvenes los valores que aseguren la sostenibilidad de nuestro entorno natural frente al desarrollo humano. El escultismo murciano lleva muchos años en esta labor, sobreviviendo a los cambios políticos de este país y trazando una línea de trabajo y de educación que adquirió su máximo esplendor en los campamentos de Sierra Espuña.

En los últimos años se ha intensificado la toma de conciencia sobre la necesidad de salvaguardar un medio ambiente sano, de no comprometer la existencia de generaciones futuras al querer satisfacer todas las necesidades y todos los antojos de las generaciones presentes.

La solución pasa necesariamente por la educación, y como apoyo a ésta se encuentra el escultismo.