La situación actual de la población de águila perdicera es crítica en toda España y Europa y en nuestra Región se encuentra en peligro de extinción.

     Las principales causas que están haciendo desaparecer nuestros últimos ejemplares, a pesar de estar protegidas por la ley, son de naturaleza muy variada, tales como la destrucción y transformación del hábitat (incendios forestales, urbanizaciones incontroladas, transformaciones masivas de secanos y terrenos forestales a regadíos, proliferación de carreteras y embalses, etc.), molestias causadas en época de cría por escaladores, observadores y curiosos sin formación al respecto, las electrocuciones y choques con tendidos eléctricos, la disminución del alimento debido a la sobrecaza y epidemias.

     Otras causas que merecen especial atención, ya que son causa de delito y a pesar de eso todavía ocurren, son el uso de cebos envenenados, estrictamente prohibidos por la Ley, pesticidas usados abusivamente o mal empleados, la muerte directa causada por disparos, expolios, cepos, destrucción de nidos, etc. Todo ello debido a la errónea creencia de que las rapaces compiten con el hombre por la caza. En realidad son el mejor aliado del cazador al eliminar los ejemplares más débiles o de baja calidad.

     Es de lamentar que actualmente la principal causa de mortalidad no natural del águila perdicera en nuestra región, así como en el resto del Levante español, es la persecución directa por parte del hombre, seguida por la electrocución, como se indica en los estudios del Plan de Recuperación del águila perdicera.

¿Qué hacemos?

     Desde el punto de vista de la conservación de la especie, aún queda mucho por hacer y a este respecto la Dirección General del Medio Natural, de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, ha puesto en marcha el proyecto LIFE para la conservación del águila perdicera en la ZEPA Sierras de Almenara, las Moreras y Cabo Cope y tramita la aprobación del Plan de Recuperación del Águila Perdicera en la Región de Murcia, ambas iniciativas muy interesantes y cuyos resultados, positivos sin duda, los veremos a medio y largo plazo.

     Dentro de los objetivos que se pretenden conseguir con el proyecto LIFE, podemos destacar la conservación y mejora de los hábitats presentes en la ZEPA y que son utilizados para la reproducción y la alimentación de las especies protegidas por la legislación comunitaria; la conservación de la población reproductora de águila perdicera; incluir todas las zonas de nidificación del águila en los acuerdos establecidos entre la Administración Regional y los propietarios de los terrenos para conseguir una gestión compartida del hábitat; incremento de las densidades de especies cinegéticas (conejo de monte y perdiz roja) que aumentarán la disponibilidad de recursos tróficos para la perdicera, así como la rentabilidad de los cotos de caza; disminuir la crispación social e involucrar más a la poblacion local afectada en la conservación de la ZEPA; realizar campañas en las escuelas acerca de la necesidad de conservar una especie que es típica de nuestra región que corre peligro de extinción si no se toman medidas urgentemente.

     En nuestra Comunidad Autónoma, la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente solicitó, y le fue concedido, el 'Proyecto LIFE-Naturaleza 'Conservación y Gestión del Águila perdicera en la ZEPA Sierra de Almenara, las Moreras y Cabo Cope (Murcia)', cuya duración está prevista desde el 1 de julio de 2002 hasta el 30 de junio de 2006.

     A efectos del Proyecto LIFE, la Dirección General del Medio Natural es considerada la beneficiaria del proyecto, y cuenta con la participación, como socios cofinanciadores, de Iberdrola Distribución S.A. España y de Red Eléctrica de España. La Fundación Global Nature (una ONG europea para la conservación de la naturaleza) también colaborará en el proyecto, asumiendo la realización de una serie de actuaciones encaminadas a la mejora, mantenimiento y conservación de los hábitats naturales, con el fin de compatibilizar la conservación de la población reproductora del águila perdicera y del resto de especies de interés comunitario presentes en este espacio natural, junto con el desarrollo sostenible de las localidades afectadas.