Amenazas

Supervivencia

Esta planta se encuentra catalogada en la máxima categoría de protección, -en peligro de extinción (PE)-, lo que significa que su supervivencia es poco probable si los factores que han causado su actual situación siguen dándose. Está protegida por el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia (Decreto n.º 50/2003).

También se encuentra recogida en el "Libro rojo de la flora vascular amenazada de España" en la categoría de vulnerable (VU), lo que implica que existe un riesgo de extinción alto, según criterios de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Estado de conservación y amenazas

Toda la población de la sierra del Gigante se encuentra dentro de un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y pasará en un futuro a formar parte de la Red Natura 2000, que es la red de espacios naturales de la Unión Europea. La mayor parte de los individuos censados, unos 60, se encuentran en una finca privada y tan sólo 5 pies de majoletero se localizan en monte público. Esta circunstancia hace que sea más difícil la conservación de la población.

La población murciana se encuentra separada del resto de poblaciones ibéricas y este aislamiento, unido al escaso número de individuos existentes, puede generar graves problemas, tales como:

La consanguinidad es casi inevitable, con consecuencias similares a las que se observan en humanos. Si un pequeño grupo queda aislado del resto de la población, generación tras generación se originan malformaciones y descenso en la fecundidad.

Desaparición repentina de toda la población por algún fenómeno catastrófico como incendios o plagas. Otro gran inconveniente al que se enfrentan los majoleteros del Gigante es que crecen en los ribazos de terrenos de cultivo, zonas muy alteradas por el hombre en las que se encuentran con los siguientes problemas:

Al estar rodeados por cultivos, las semillas caen y germinan sobre terrenos de labor. Así, cuando el terreno es labrado se eliminan los jóvenes majoleteros, incorporándose a la población muy pocos individuos nuevos y, por lo tanto, envejeciendo ésta constantemente.

Una práctica muy extendida en la agricultura es la quema de rastrojos. Estas quemas afectan a los majoleteros, ya que en muchos casos no están a más de 20 cm del cultivo.

Una de las labores en los campos es la extracción de piedras del interior del cultivo, que una vez extraídas se depositan en el ribazo del bancal para reforzarlo. Al llevar a cabo esta operación algunos pies de majoletero han sido enterrados parcialmente, lo que dificulta su supervivencia.

En los últimos años se han visto afectadas algunas poblaciones por ataques de hongos, aunque de esto no se tiene constancia en la población murciana. Pese a todas las amenazas mencionadas, quizás la mayor sea la falta de conocimiento sobre la biología de la especie, para así poder actuar con mayor eficacia en su conservación.