Junto a El Sabinar, en Moratalla, la cuenca del río Alhárabe en su tramo alto moldea uno de los parajes más bellos de la Región de Murcia. Nos encontramos con un páramo, a una altura cercana a los mil metros, y enriquecido por cuarenta kilómetros de arroyos, algunos de ellos con un régimen de aguas permanente. El proyecto de restauración de sus cauces es el principio de otras muchas iniciativas para favorecer el desarrollo y gestión de una red de bosques ribereños en la Región.

De forma intermitente, en las riberas de estos arroyos encontramos plantaciones lineales de chopo lombardo dibujando la forma serpenteante de los diversos regatos, que se tiñen de distintos colores con la llegada del otoño, alzanzando su máximo esplendor.

Para potenciar este paisaje, la Dirección General del Medio Natural va a repoblar los cuarenta kilómetros de cauce que no tienen vegetación.