Mula [+]

El municipio de Mula se localiza en el área de transición entre el llano y la montaña, lo que nos ofrece una gran diversidad paisajística, pasando del área subdesértica del este, hasta los bosques de las tierras más altas de sierra Espuña.

Podemos remontarnos al Paleolítico Medio para encontrar los más antiguos restos del poblamiento de Mula en la Cueva de Antón. Aunque también cuenta con restos neolíticos y argáricos, es en el periodo ibérico donde surge con importancia el Cigarralejo, compuesto por poblado, necrópolis y santuario. Fue descubierto en los años cuarenta por Emeterio Cuadrado, y en sucesivas campañas se extrajeron cientos de materiales, reuniéndose la mejor colección de cerámica y armamento ibérico existente en el mundo, hoy expuesta en el Museo Monográfico del Cigarralejo de Mula.

De época romana se conocen varias villas diseminadas por los campos de la Alquibla, Cajitán etc, sin embargo los dos yacimientos más importantes son los de Villaricos y La Almagra. El primero, abarca desde la segunda mitad del s. I hasta el V d.C., siendo uno de los ejemplos más notables de villas conservados en la Región de Murcia.

Ya en época medieval, Mula como Madina tenía rango de ciudad y capital de distrito, con una formación social beneficiada de servicios administrativos básicos, mercado y mezquitas, con competencias jurídicas, políticas y militares.

En 1244, tras varios siglos de dominación musulmana, el infante Alfonso, futuro rey Sabio, asedia la plaza rindiéndola por el hambre. La ciudad de Mula cuenta con monumentos que certifican una riqueza, como el imponente castillo, una magnífica obra de sillería del s. XVI.

En su plaza Mayor destaca la iglesia de San Miguel, del s. XVI, mientras que en la parte alta, se alza la iglesia de Santo Domingo, de portada renacentista e interior barroco, así como el Real Monasterio de la Encarnación.

A unos 5 km de la población, se encuentran los famosos Baños de Mula, utilizados ya desde la época romana. Precisamente, de los Baños de Mula parte la Vía Verde del Noroeste, siguiendo la línea del ferrocarril que unía Murcia- Caravaca. Se trata de un itinerario senderista y cicloturístico que aprovecha las infraestructuras ferroviarias en desuso y que trascurre por el Valle de Mula. Atraviesa tierras de actividad sísmica y aguas termales, contemplando una variedad de paisajes, alternando las tierras áridas de las ramblas (badlands) con zonas montañosas de pinares y almendros.