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Salto del Usero de Bullas

Cehegín [+]

De la importancia de la antigüedad de esta villa hablan los restos en el Cabezo Roenas de la ciudad de Begastri, romana y visigoda, sede obispal del siglo IV hasta la invasión musulmana. Todo su territorio es un continuado yacimiento de las distintas culturas que aquí se asentaron, cuyos primeros pobladores se remontan al 2.400 a.C.

Su casco medieval, conjunto histórico- artístico, se conforma a partir de los asentamientos árabes de la parte alta de la población. Son reseñables la iglesia de la Concepción, monumento histórico-artístico desde 1980, construida durante la primera mitad del s. XVI de estilo renacentista, con una cubierta mudéjar con bóveda de crucería octogonal de madera -una de las más importantes de la Región-. La iglesia de Santa María Magdalena, edificio carismático que dibuja la silueta de Cehegín, monumento nacional del s. XV atribuido al arquitecto Jerónimo Quijano; y el Casino de Cehegín, obra del s. XVII de estilo barroco que llegó a ser el principal centro cultural y de reunión de la villa en el s. XIX.

También cabe destacar la Casa de Jaspe, actual Casa Consistorial de la ciudad, el hospital de la Real Piedad, construido en el s. XVIII, la iglesia de la Soledad y la iglesia del Santo Cristo -edificio más antiguo de Cehegín-, ambas del s. XVI, la Casa del Duque de Ahumada, el Palacio Villar de Felices, la Casa de los Ruiz de Assín, el Palacio Álvarez Castellanos, la Casa de las Columnas, la Casa del Concejo y el Palacio de los Fajardo. Además de su indudable valor histórico- cultural, Cehegín es un lugar con un paisaje lleno de atractivos. La Vega, contemplada desde la plaza de la Constitución, el paraje de la Hoya de Don Gil o el pantano de Argos, así como la propia villa enracimada sobre el cabezo, son motivo de admirada contemplación.

La superficie forestal representa más del 50% del término municipal de Cehegín. Diversas sierras como La Lavia, Burete, Quípar, La Muela, Los Cabezos de los Villares y Juan González y Peña Rubia constituyen una reserva natural de gran valor ecológico, paisajístico y cultural. Las poblaciones de rapaces son muy importantes en este conjunto de sierras, especialmente en Burete y La Lavia donde se alcanzan riquezas específicas de las más altas de la Región, siendo el área con mayor número de parejas de águila calzada. Destacan especies como el búho real, el azor, el halcón peregrino, el águila calzada y águila culebrera.

Cuenta con una buena representación de mamíferos terrestres como tejón, gato montés, gineta, turón, garduña, liebre, conejo y jabalí. Un carácter destacable, es el hecho de constituir el área donde tiene su límite de distribución natural el carrascal debido a la escasez de precipitaciones (350-400 mm), y por tanto, de interés científico para los estudios autoecológicos de esta especie. Son especialmente interesantes los parajes de La Pollera, barranco del Canalón, Coto Real y Cuchillos de la Lavia.

Bullas [+]

Sobre una elevación de los campos del Cagitán está Bullas. Ha sido asentamiento humano desde el periodo eneolítico (2000 a.C.) Cabezo del Oro y argárico (1700 a.C.). También los romanos dejaron numerosos testimonios de su cultura en villas agropecuarias como Fuente Mula, Fuenblanquilla, La Loma y la más importante: Los Cantos.

Hasta la época musulmana no aparecen nuevos restos de asentamientos, que en la actualidad son dos: El Castellar, con ruinas de fortificación militar árabe del siglo XII (conocidas como El Castillico), y el propio casco urbano de Bullas, donde también debió de existir un pequeño núcleo de población musulmana. Su nombre aparece por primera vez en el s. XIII, cuando Alfonso X cede el castillo y la villa de Bullas a Mula. En 1689 logra la independencia de Cehegín y alcanza su identidad urbana. Desde este momento el municipio de Bullas disfruta de periodos de crecimiento y expansión. La historia de Bullas está ligada a la cultura de la vid, tanto en la población como en sus alrededores donde se encuentran un gran número de antiguas bodegas, e incluso hallazgos arqueológicos, como la escultura romana del "Niño de las Uvas" hallada en la Villa de Los Cantos.

Las céntricas plazas de España, Vieja y del Castillo se convierten en el punto de partida de una visita por la localidad, donde encontramos la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Bien de Interés Cultural desde 1982, junto con el Palacio de los Melgares, para adentrarnos en estrechas y empinadas callejuelas tamizadas con fachadas de vivos colores.

Aparte de la riqueza monumental de la villa, encontramos también en sus alrededores las huellas de su historia, entre las que destacamos los restos de una fortificación árabe junto al río Mula, y gran cantidad de yacimientos arqueológicos, sobre todo de la cultura del Argar. Además, podemos disfrutar de paisajes naturales que destacan por su variedad, contrastando montes con llanos y áreas de ribera caracterizadas de forma única en el curso del río Mula, siendo protagonistas distintos rincones emblemáticos, como el Salto del Usero.

La vegetación natural se localiza en las montañas y lomas que rodean Bullas, en las ramblas, y en el propio río Mula. Esta presenta las características típicas mediterráneas, abundando los pinares de pino carrasco, cuyo sotobosque está formado por arbustos como la coscoja, el lentisco, el enebro, las jaras, y plantas aromáticas (tomillo, romero, etc.). La vegetación de ribera la encontramos en el río Mula y la rambla de la Regidora (Paraje del Carrascalejo) y está representada por pequeños bosques de saucedas y alamedas junto a una maraña de zarzales, rosales, majuelos, juncales y baladrales. El conjunto es un espacio natural de alto valor ecológico.