Rambla del Verdolay [Parque Regional de El Valle y Carrascoy]
Rambla del Verdolay

El Parque Regional de Carrascoy - El Valle tiene una extensión de 16.724 hectáreas aproximadamente y su altura máxima es el monte El Relojero, con 609 m. Para dirigirse al Valle, el viajero puede ir por varios caminos; por Los Alcazares o por La Alberca, para poder realizar un amplio recorrido por las sierras. Se trata en su mayor parte por paisaje serrano de pinar de umbría salpicado frecuentemente con campos abandonados y algunos cultivos.

Una vez vencida las cimas de las montañas aparece a la vista del viajero una gran extensión de lomas erosionadas y áridas conocidas con el nombre de paisaje lunar.

La estratégica situación de la sierra del Valle dominando los valles de los ríos Segura y Guadalentín ha favorecido que el hombre eligiera estas tierras como lugar de asentamiento a lo largo de la historia. Se han encontrado restos de la Edad del Bronce, argáricos, iberos, romanos, visigodos y árabes. En el complejo arqueológico del Santuario ibérico de la Luz y la iglesia-cenobio de Nuestra Señora de la Luz, las excavaciones confirman la existencia de un templo de inspiración latina, construido entre los siglos III y II a.C.

Es partir del siglo XV cuando los asentamientos se van acercando progresivamente a los márgenes de los ríos, sometiendo la sierra a una sobreexplotación de recursos forestales y provocando su degradación.

Predomina un bosque de pinos carrascos (Pinus halepensis), aunque también encontramos laston (Brachy-podium retusum) palmito (Chamaerops humilis), lentisco (Pistacia lentiscos), y coscoja (Quercus coccifera). En la umbrías enredaderas, madreselvas (Lonicera implexa) y zarzaparrillas (Smilax aspera). En las zonas soleadas vegetación adaptada a la aridez como el esparto (Stipa tenacísima), tomillo (Thymus hyemalis), romero (Rosmarinus officinalis), sillerilla (Fumana ericoides) y albaida (Anthyllis cytisoides). En las ramblas y barrancos el baladre (Nerium oleander), mirto (Myirtus communis), carrizo (Phragmites australis) así como almez (Celtis australis) y olmo (Ulmus minor).

Otro aspecto de gran interés es la fauna que aparece en el parque, destacan las aves como el carbonero común (Parus major), mito (Aegithalus caudatus), herrerillo capuchino (Parus Cristatus), jilguero o colorín (Carduelis carduelis), verdecillo (Serinus serinus), piquituerto (Loxia curvirostra), curruca cabecinegra (Syilvia melanocephala), pito real (Picus viridis), perdiz (Alectoris rufa), abejarruco (Merops apiaster), cogujada (Galerida cristala), ratonero común (Buteo buteo) y el cernícalo (Falco tinnunculus) entre las más comunes.

Entre los reptiles, la lagartija ibérica (Podarcis hispanica), lagartija colilarga (Psammodromus algirus) y el lagarto ocelado (Lacerta lepida).

Los mamíferos son también inquilinos del parque, zorros (Vulpes vulpes) y numerosos conejos (Oryctolagus cuniculus) aunque las más fáciles de ver sean las ardillas comunes (Sciurus vulgaris).