Arroyo del Puerto de la Cadena
Flor de la abeja (Ophrys apifera)
José Antonio López Espinosa
Fuente Mellinas (Moratalla)
Flor de la abejera rosada u orquídea perdiz (Ophrys scolopax)
José Antonio López Espinosa

   Bulbosa perenne, herbácea pero de aspecto robusto, con tallos glabros de 25-55 cm de altura. Hojas primero basales, en roseta, no especialmente numerosas, por lo general 2 o 4, de hasta 10 cm de longitud, y después caulinares, 4-5 a lo largo del tallo, la últimas abrazadoras. Inflorescencia laxa, con 4-10 flores, de pétalos externos y sépalo superior oval-lanceolados, rosados, con frecuencia vueltos hacia atrás, y labelo de 15 x 10 mm, trilobulado en la base, con el lóbulo central suborbicular, de aspecto aterciopelado, marrón oscuro, con márgenes revueltos con apéndice amarillento corto, también dirigido hacia atrás. La ornamentación del lóbulo es variable, generalmente presenta mácula basal azul grisácea en forma de U, con reborde blanco-amarillento, que puede abrirse a modo de trazos y punteaduras gruesas, o prolongarse de forma continua hacia el extremo; lóbulos laterales patentes, cortos, de 5-7 mm de longitud, a modo de gibas cónicas, con pilosidad densa, pardo-amarillenta. Fruto en cápsula.

Hábitat y distribución

   Crece en pastizales húmedos y frescos en sotobosques, orlas de pinar, claros de matorral, ribazos, márgenes de caminos rurales y pistas forestales, incluso en orillas de pequeños arroyos; muchas veces en los ambientes anteriores cercanos a cauces con agua, por lo común en suelos bien desarrollados, con compensación edáfica e hidromorfía. Especie de distribución circunmediterránea y medioeuropea, ampliamente distribuida por toda la España peninsular e Islas Baleares, que en la Región de Murcia se encuentra principalmente en las montañas de interior, y de forma puntual y con carácter aislado en la franja prelitoral y litoral.

Observaciones

   Orquídea que –curiosamente– ha revertido el mecanismo tan elaborado y característico del género mediterráneo y europeo Ophrys, por el que han establecido una relación muy estrecha con su polinizador, tanto que las flores, con sus formas, colores y “olores” atraen –mediante el engaño– sólo al macho de un insecto concreto, incluso mucho más que la hembra. En Ophrys apifera el saco de polen del polinio suele caer sobre el estigma, para autopolinizarse, prescindiendo de tal forma de la polinización cruzada y así –literalmente clonándose – la planta ha optado por ser más eficaz, con un método más fiable que la ha convertido posiblemente en la especie del género de distribución más amplia.

   Aunque son raros, pueden encontrarse ejemplares hipocromáticos, con flores decoloradas, blanquecinas, apenas algo verdosas o amarillentas, como los 12 que llegaron a contabilizarse en un ribazo de una cuneta en Sierra Espuña, todos ellos procedentes de uno único individuo inicialmente con estas características, cuyas semillas, resultado del proceso descrito con anterioridad, germinaron a escasos metros.

   Una especie similar, con la que puede confundirse en los pastizales húmedos del interior murciano es la abejera rosada u orquídea perdiz (Ophrys scolopax s.l.), de labelo más estrecho, mácula central con forma de H y apéndice amarillento inferior dirigido hacia adelante. En la confluencia de la Rambla de la Rogativa y Arroyo Tercero (Moratalla), donde ambas especies conviven y son relativamente frecuentes, se ha localizado un ejemplar híbrido, Ophrys x minuticauda (O. apifera x O. scolopax).

José Antonio López Espinosa