La Mar de Arte es una de las extensiones más destacadas de La Mar de Músicas. De una manera visual, original y atractiva muestra lo mejor del arte en esta edición dedicada a Latinoamérica.

El poeta Alberto Chessa escribió sobre “Con los Detectives Salvajes”, una doble serie fotográfica planteada como una interpretación visual de la novela “Los Detectives Salvajes” y realizada en México D.F. y Estado de Sonora durante 2011 y 2012: “A estas alturas, con los cien mil hijos de san Bolaño, lo cierto es que empieza a dar un poco de reparo manifestarse admirador confeso de Los detectives salvajes o de 2666, pero es que su obra es un monumento. Así que, de primeras, el motivo no podía seducirme más.

Admiro la sobriedad y el sentido de la composición de las fotos de Vidal Coy, que siempre parecen acertar en el ángulo y la luz. Y también me fascina el juego de tonalidades, con ese color que asoma a veces como pidiendo permiso, en un raro equilibrio entre lo costumbrista y la mirada con un cierto sesgo onírico o, como poco, inquietante. Por redundar en esto último, me llama la atención la manera en que pululan los personajes por el interior del marco, que a ratos evocan una estantigua. Sobre todo en la primera parte; en la segunda (¡ese pescador!) hay piezas que se acercan más a lo que podríamos considerar un retrato (muy sui géneris, eso sí). Gracias por invitarme a ese viaje”.

José Luis Vidal Coy (Murcia, 1954) se licenció en Ciencias de la Información (Periodismo) en la Complutense de Madrid en 1977. Tardó casi 30 años en hacer el doctorado (Murcia, 2006) pero, entremedias, le dio tiempo a ser corresponsal y enviado especial a África y Oriente Medio (y alguna vez a Europa) de 1979 a 1994.  Desde esos extraños lugares (Irán, Irak, Afganistán, Líbano, Argelia, Egipto, Etiopía, Zimbabue, etc.) trabajó para Agencia Efe, Cadena Ser, El Globo, Geo, y finalmente Diario 16 Madrid hasta que ese difunto medio emprendió sin remedio la senda de su autodestrucción. Así que 28 años después de salir escapado de Murcia regresó a ella, para instalarse como delegado de La Verdad en Cartagena durante casi seis años. Después la vida siguió dando vueltas y terminó abandonando este diario, dedicándose a medios digitales madrileños como El Confidencial, Cuarto Poder, Público… y a ser profesor asociado en la nueva Facultad de Comunicación y Documentación desde 2002 y por 15 años. En la última década ha retomado su afición viajera y su pasión visual nunca satisfecha por la fotografía, variando de objetivo y poniendo el foco en una zona para él desconocida hasta 1998: América, latina o no.

Entre otros lugares, ha expuesto individualmente en Palacio del Almudí (Murcia, “Visiones de un turista accidental”, 2000), Real Casino de Murcia y Fundación Pedro Cano (“Zoco III Milenio, 2010), Galería La Aurora y Archivo General de la Región (Murcia, “Con los Detectives Salvajes”, Parte I- 2012, y Parte II- 2013; y 2015), Los Molinos del Río y Casino Eldense (“El color de la Medina, Murcia 2016; Elda 2017) y, last but not least,  de nuevo el Archivo General con una revisión en blanco y negro de “Zoco III Milenio (2017).