Nueva exposición Memoria del paisaje añadido de Iago Eireos, cuyas obras permanecerán expuestas desde el próximo miércoles, 26 de abril, hasta el próximo 19 de mayo en el Espacio ES/UM (Paraninfo de la Universidad, Campus de La Merced).

Entrada gratuita.

Memoria del Paisaje Añadido parte de un concepto universal, la necesidad humana de entender y representar nuestro entorno, en un mundo globalizado donde jerarquías y dogmas marcan los pasos a seguir en la doctrina de los establecido, romper la pauta y generar canales alternativos supone establecer realidades posibles, se trata de ofrecer nuevas fórmulas, y cuestionar por medio del lenguaje cartográfico la imposibilidad de representación de un entorno caótico y cada día más complejo.

La búsqueda de nuevas líneas cartográficas se traza por medio de la penetración del territorio inexplorado, toma forma de viaje iniciático, o de apropiación del espacio, son pautas que sostienen el paisaje como leimotiv a analizar en múltiples significados, estructuras, actitudes, costumbres y reflejos de un espacio y tiempo concreto que albergan un mensaje subyacente.

Uno de los objetivos principales del proyecto es continuar la dinámica de comprensión con trabajos elaborados en los últimos años partiendo en todos ellos desde un punto en común, líneas concebidas a modo de trilogía que contemplan el paisaje y la cartografía como memoria del entorno nómada.

Estos trabajos se aglutinan bajo los títulos “On The Road”, “Máscara Nómada” y “Memoria del Paisaje Añadido”, la cartografía y el mapa es el nexo donde repensar y replantear los modelos de conocimiento, se busca una articulación que invita a interrogar sobre los sistemas de representación que usamos y las nociones que subyacen en ellos.

Caminos que de modo similar recorrieron otros artistas, porque la cartografía, el territorio o el paisaje en su término sencillo, fue desde siempre una constante en la representación artística al igual que sucede en la actualidad, se trata de generar territorios desconocidos, reinventando la línea del horizonte como división espacial y buscar en su trazado otra dimensión posible, el ángulo entre el todo y la nada, el límite del abismo, la entrada hacia lo desconocido, ¿qué hay allá, en ese lugar al que por más que se avance jamás se llega?. Esa es la duda constante y precursora de mi búsqueda, la justificación a mi trabajo que alberga una necesidad incesante de registrar y adentrarme en lo desconocido, con la intención de encontrar e interpretar la memoria de un paisaje personal.