La muestra está incluida en la iniciativa ‘Itinerarios’ de la Consejería de Educación, Cultura y Universidades, y reúne obras de artistas como Antonio Ballester, Mira Bernabeu, Lorenzo Fernández o Sonia Navarro

Permanecerá abierta hasta el próximo 30 de abril y se podrá visitar de lunes a viernes.

El crítico de arte inglés John Berger ha señalado en varias ocasiones que el retrato y la representación del cuerpo están ligados a la muerte y la desaparición. Que sin la conciencia de la fragilidad y la brevedad de nuestras vidas no sentiríamos la necesidad de preservar del olvido los gestos, los rostros amados…

CUERPO ECLÉCTICO es una exposición que quiere dar cuenta de este anhelo, de este afán por mostrar la presencia de la figura humana en un contexto –el del cambio entre dos siglos, entre el XX y el XXI– en el que, en ocasiones, el cuerpo es ausencia, cambio, extrañeza.

Un mundo de  nuevas formas de comunicación, de viajes, de tecnologías para una sociabilidad en la que se aúna –aunque parezca paradójico– soledad y comunidad;  que hace que –más allá del tradicional retrato– ahora el cuerpo aparezca también como la huella, como el rastro, como el hueco.

A través de estas obras pertenecientes a la colección del Instituto de las Artes y las Industrias Culturales podemos hacer un interesante recorrido de la presencia a la ausencia comenzando con José Romero (Murcia, 1971) y Lorenzo Fernández (Madrid, 1970), que revisan con sus pinturas la tradición del retrato, reformulándola y construyendo nuevas narrativas basadas en la fragmentación, la importancia de lo que no vemos o la irrupción de lo mítico en lo cotidiano.

En esta misma línea, pero apuntando a una dimensión en la que el espacio en el que se mueven las figuras ha explotado en mil direcciones, las obras de Concha Martínez Barreto (Murcia, 1978) hablan de la soledad, del dolor. Son dibujos en los que el personaje camina por un laberinto buscando un lugar en el que poder ser; al igual que ocurre en la obra de Mira Bernabeu (Alicante, 1969), que constata en sus fotografías que la identidad es, de alguna manera, representación, actuación.

En el caso de Antonio Ballester (París, 1952), asistimos a un desfile de sombras, como si de las figuras sólo hubieran quedado las salpicaduras, los restos silueteados en el muro. Son imágenes eminentemente elegiacas que muestran la fluidez del tiempo, la imposibilidad de aferrarse a los cuerpos. 

Finalmente, las obras de Sonia Navarro (Puerto Lumbreras, 1975) y Manuel Saiz (Logroño, 1961) hablan de los cuerpos en su desaparición, del calor y el hueco que han dejado en los objetos al marcharse. La escultura de Sonia Navarro –que recuerda a una silla que estuviera a punto de partir de viaje– muestra simultáneamente lo animado y lo inanimado, el cuerpo que late y lo rígido que permanece y pesa, mientras que el luminoso de Manuel Saiz habla del deseo, de lo festivo; de las luces que al estar encendidas recuerdan también que tal vez pronto se apagarán y volverá la oscuridad.

CUERPO ECLÉCTICO nos permite recorrer estos caminos trazados por los artistas, ver las intersecciones, los cruces y las desviaciones… las infinitas respuestas en torno a la pregunta sobre la identidad que, desde hace tantos siglos, es una cuestión central en la historia del arte.