Los orígenes del Carnaval de Cabezo de Torres, tal y como se conoce en la actualidad, datan de los años 1911-1912, fecha en la que, según algunas publicaciones, se conoció a la primera comparsa. Anteriormente a estos años los habitantes del municipio cubrían su rostro con una máscara y aprovechando este anonimato se dedicaban a gastar bromas al resto de vecinos.

Entre 1912 y 1930 se combinaron las dos formas de carnaval, los rostros cubiertos con máscaras eran acompañados por grupos, comparsas y, en ocasiones, de alguna banda de música. La Guerra Civil (1936-1939) no pudo evitar que se llevase a cabo esta celebración, siendo muy pocos los vecinos del municipio que desfilaban en aquellas fechas. Una vez finalizada la contienda, el Carnaval fue prohibido, comunicándose que aquellos que fueran descubiertos en dichas fechas con máscaras o reuniéndose serían detenidos. Sus habitantes, aún conocedores de tal prohibición, continuaron celebrando el carnaval gracias al apoyo de unos y otros vecinos.

Posteriormente a esta tradición de máscaras y comparsas, se le uniría la realización de bailes de disfraces, que actualmente son tan populares en esta pedanía de Murcia.

Durante tres días, la pedanía murciana se convierte en el centro de atracción de la comarca, con cuatro desfiles y concursos de disfraces entre las distintas comparsas que dan vida a la fiesta.

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