Los argentinos Les Luthiers presentan 'Lutherapia'. ¡Posiblemente el mejor show de su historia!

Les Luthiers es sinónimo de humor inteligente, de humor con ingenio. Son los maestros de la parodia, el contrasentido, la ironía de la ocurrencia, la suprema gracia, el gesto, la pose y la mirada. Un humor elegante que sigue tan imaginativo después de cuarenta y seis años sobre el escenario y que una vez más se demuestra con el espectáculo Lutherapia, toda una garantía de carcajadas sin pausa, destreza teatral y refinada crítica.

Basada en una hilarante sesión de psicoanálisis, Lutherapia está compuesto por diez obras nuevas, entre las que se incluyen títulos como El cruzado, el arcángel y la harpía (Opereta medieval), Las bodas del Rey Pólipo (marcha prenupcial), El flautista y las ratas (orratorio), Aria Agraria (tarareo conceptual) y El día del final (exorcismo sinfónico-coral). Como es habitual, se presentan instrumentos informales nuevos como la Exorcítara, el Bolarmonio, y el Thonet.

Una joya en nuestra carrera, y uno de los mejores shows en la historia del grupo, según la calificación de los propios artistas.

Críticas de Lutherapia

Terapia ingeniosa, música espléndida.…lo que no cambio, por fortuna, es la inagotable capacidad el conjunto para sorprender con sus estrambóticas creaciones musicales… Marcelo Zapata, Ámbito Financiero.

Lutherapia, ni Freud lo hubiera imaginado así. …componen un libro en capítulos regocijantes, una vuelta de tuerza del arte de Les Luthiers consustanciados con un humor irreverente, pero sin mal gusto, que ha creado un estilo que perdura sin mácula con el correr de los años. Los mecanismos rigurosos de la actuación dramática y la musicalidad de los cinco integrantes no dejan resquicios, ayudados por un equipo de muy eficaces colaboradores escénicos, de sonio y con un equipo de muy eficaces colaboradores escénicos, de sonido y con un esquema lumínico revelador de espacios acotados dentro de un marco permanente asociado a la pulcritud, la belleza estética y también el ascentismo… Eduardo Guirello, El Día