Nació en Cartagena (España) el 21 de octubre de 1908, donde vivió hasta los 10 años. Junto a su familia se trasladó a Barcelona donde se afincó, se casó y tuvo tres hijos. En 1949 emigraron a Francia donde vivieron un año.

En octubre de 1950 llegó a Montevideo (Uruguay) y allí vivió hasta 1974, cuando se trasladó a Buenos Aires, tras 8 años volvió a Uruguay a la ciudad de Salto, donde permaneció por 4 años,  para posteriormente avecindarse nuevamente en la ciudad de Montevideo hasta enero de 2001, cuando falleció con 92 años de edad, una vida muy rica atrás (siete nietos, diez bisnietos y hasta una tataranieta).

Elaboró un conocido libro en Uruguay Las 100 recetas de la Yaya (de Cartagena en España al Uruguay) que es la suma de ricas experiencias culinarias en los distintos lugares que vivió - además de las trasmitidas por su madre y abuelas -, destacándose que todas ellas han sido recetas que en forma cotidiana ha realizado,  siendo el  sustento de una espléndida relación familiar.

Desde que esta cartagenera publicara su libro Las 100 recetas de la Yaya (de Cartagena en España al Uruguay) los platos murcianos más típicos, se han convertido para algunos uruguayos en deliciosos manjares. Aunque Herminia era consciente de que nunca regresaría a su Cartagena natal ("Estoy muy vieja para viajar a mis noventa y un años aunque, a menudo, recuerdo la alegría de los murcianos y el magnífico clima del que disfrutan"), evocaba acontecimientos de su infancia, y por encima de todo los sabores y olores de su tierra ("El arroz de caldero que cocinábamos en un perol de hierro y por supuesto el cocido murciano son las dos especialidades que más me evocan mi infancia" o  "el aroma de aquellas gachas en leche de cabra endulzadas con miel").

Aunque emigró a los once años, su madre siguió preparando aquellas recetas que con el tiempo se enriquecieron con nuevos ingredientes del otro lado del Atlántico. Así el zapayo hierve en la cazuela de la abuela Yaya, como sus familiares la llaman, junto a las patatas, el apio y los garbanzos. De nuevo, un sabroso mestizaje. Además, aclara Herminia, "este plato, conocido en Montevideo como puchero, es el que más veces he preparado para mis tres hijos, mi yerno, mis nueras y mis nietos, siendo quizás la base del sustento de una espléndida relación familiar".

En la receta que recoge la preparación de las típicas migas murcianas, Herminia aconseja comerlas mezcladas con higos, aceitunas o uvas frescas, "y para el que no sea abstemio va bien acompañarlas con vino". Inmediatamente realizaba una aclaración: "Estamos hablando de las migas de pan, porque las de harina o gachasmigas son otra variedad". Para la abuela Yaya el mejor tributo que podía ofrecerle su lejana Murcia es transmitir a las nuevas generaciones de españoles afincados en América latina las costumbres gastronómicas que muchos murcianos desconocen o de las que sólo disfrutan en el Bando de la Huerta.

Tras agotar la primera edición de su libro, uno de sus nietos decidió editarlo en Internet, con un gran exito.