Antes de tomar posesión de una de las plazas de médicos titulares, marcha a Madrid. Asiste como espectador durante varios meses a una sala de cirugía del Hospital Provincial, bajo la dirección del eminente doctor Jiménez Guinea.

Al mismo tiempo asiste al cursillo de digestivo, en la misma institución, que dirigían los doctores Jiménez Díaz y González Bueno. Quiere ganar lo perdido, adquirir ese bagaje cultural que en sus ocho años de médico rural casi había olvidado.

Premios literarios.

En el año 1949 obtiene la Flor Natural en los Juegos Florales de Almería con el poema Amor, eterno amor, alma del mundo, que fue leído personalmente por Guardiola el 25 de Agosto en el Teatro Cervantes, comunicándosele a la vez que su esposa había dado a luz un par de mellizos.

También en este mismo año, con motivo del XXV aniversario de la coronación de la Virgen de la Montaña, la ciudad de Cáceres organiza unos Juegos Florales, y Guardiola obtiene el premio extraordinario con su poema A la Virgen de la Montaña.

Igualmente se presenta a los Juegos Florales de Yecla (Murcia), en donde se hace acreedor a un accésit, a pesar de la dura competencia debido a la categoría de los trabajos presentados.