En España su cultivo se concentra en las provincias de Alicante y Murcia y su comercialización tanto en el mercado interior y como en el centroeuropeo está adquiriendo cada día mayor interés como producto de cuarta gama y su uso en la fabricación de mermeladas, jaleas, confituras, zumos, etc.
Se trata de un frutal alternativo para muchas zonas, especialmente donde las malas condiciones del suelo o la escasa calidad del agua de riego impiden la explotación rentable de otros frutales; lo que no implica que si el granado se cultiva en mejores condiciones los resultados obtenidos no sean mejores.
En la huerta de Murcia se ha cultivado tradicionalmente junto a higueras y palmeras con el objetivo de disponer de sus frutos para el consumo familiar.
El granado también se emplea en jardinería como árbol ornamental o para la formación de setos muy espesos y de bello aspecto; para dicho fin se emplea variedad enana, que normalmente no produce fruta, pero si cuenta con numerosas y hermosas flores.
La propagación del granado se hace por semilla, por acodo, por retoño del pie del árbol y por injerto, si bien, es por estaca la forma de multiplicación más empleada, por simpleza y buenos resultados. En febrero o marzo se cortan las estaquillas de 20 a 25 cm de longitud y de 0,50 cm de grueso y se ponen en vivero, de tal manera que quede solamente una yema encima de la tierra, todas las demás quedarán enterradas. Las estaquillas enraízan fácil y rápidamente, y a la primavera siguiente ya podrán transplantarse.
El granado debido a su gran vigor, desarrolla alrededor de su tronco muchos brotes e hijuelos que deben ser eliminados cuando aparezcan, no dejando que aumenten de grosor, ya que son brotes improductivos y consumidores de savia. También debemos realizar una poda de fructificación eliminando las ramas nuevas que se entrecruzan a causa de la gran cantidad que aparecen cada año.
Para obtener frutos más grandes, procederemos a eliminar los frutos pequeños o que puedan estar dañados por el sol (ennegrecidos) y dejaremos una o dos granadas por pomo. Este aclareo se realiza después del cuajado durante el mes de julio y se suelen dar dos pasadas, con un intervalo entre ambas de 20-25 días.
La recolección comienza a mediados de septiembre (para las variedades más tempranas) al aparecer los cambios de color en el fruto y finaliza a mediados de noviembre (para las variedades más tardías), debido a la maduración no uniforme de la granada por su floración escalonada.
La recolección se realiza utilizando tijeras de podar y teniendo el mayor cuidado, ya que los frutos son muy sensibles a los golpes.
Autor: Julio Pedauyé Ruiz