Es una talla realizada en madera policromada.
Santa Cecilia está de frente, con leve giro para colocar las manos sobre el órgano y sentada en un taburete de patas curvas, similar al del Paso de la Ultima Cena de Francisco Salzillo. Su cabeza es pequeña, de absorta mirada y cabello suelto que corresponde al estado de doncella. Porta indumentaria principesca, salvo el anacrónico calzado de tiras a la romana. Pasaría por obra profana de no ser por el halo.
Viste corpiño, adornado originariamente de joya en el pecho, posiblemente a juego con los pendientes y el broche que sujeta la lazada de las mangas. Asoma camisa abullonada con rico encaje y lleva cuerpo y saya del mismo tejido, ésta con pasamanería dorada. El manto brocado anuda en los hombros, enriquecido con galón dorado y forrado de armiños.
Muestra la habilidad del mejor discípulo de Francisco Salzillo por interpretar los ideales estéticos del maestro y en especial buscar la proximidad con ciertos detalles de origen rococó.
El órgano de salón responde a modelos pictóricos muy difundidos, con los once primeros tubos tapados y un imaginario juego de dos pies en fachada. Se representa sin fuelle y con un inusual teclado de cincuenta y tres notas. Va adornado con rocallas, chinescos y motivos vegetales. En la peana, rocallas pintadas envuelven instrumentos de viento y cuerda y percusión más veraces que el órgano y, como en éste, el acabado es en plata corlada y temple.
Observaciones
Sánchez Moreno atribuyó a Francisco Salzillo el cuello y los pies, pero en opinión de Cristóbal Belda Navarro es difícil precisar, dada la proximidad estilística de maestro y discípulo.
Nombre: Santa Cecilia.
Objeto: Escultura.
Autor: Roque López.
Fecha: Siglo XVIII. 1783.
Ubicación: Iglesia conventual de las Agustinas, Murcia.