La lima es el fruto del limero o Citrus aurantifolia, un cítrico perenne perteneciente a la familia de las Rutáceas, híbrido de la especie Citrus medica, que puede alcanzar los 3-5 metros de altura, ideal para cultivarlo en jardines o patios. Su origen se sitúa en las regiones con clima tropical y subtropical del sur de Asia.
Las limas son hespéridos (así se denominan las frutas de los cítricos) de pequeño tamaño (5 cm de diámetro) y forma oval o redondeada, alcanzando un peso medio de 60 gramos. Consta de dos zonas claramente diferenciadas, una corteza exterior firme, delgada y lisa; y un endocarpio interior compuesto por varias vesículas o gajos rebosantes de pulpa y jugo que no suelen contener pepitas.
El color de la lima queda claramente dividido entre piel, de tonos verdosos o amarillentos (dependiendo de la variedad), y pulpa, también verde pero traslúcida.
Una de las principales características culinarias de las limas es su intenso y potente aroma, así como la franqueza de su sabor, dependiendo de las variedades ácidas o dulces, pero siempre refrescantes.
Este fruto también es conocido con otras denominaciones como Lima Gallega, Limón Sutil, Limón Colima, Limón Peruano, Limón Verde o Limón Ceutí, nombre derivado de la población homónima situada en la Comarca de la Vega Media del Segura en la Región de Murcia.
Variedades
Existen principalmente dos variedades de lima identificadas por sus diferentes sabores: ácidas y dulces.
Entre las limas ácidas destacan:
De fruto grande como la lima Kafir o combava, procedente del sureste asiático; y la lima persa o Tahití, de piel más gruesa.
De fruto pequeño como la Key o Mejicana.
Las limas dulces:
Lima dulce de la India o de Palestina, de piel y pulpa amarillas.
Lima dulce o lima chichona, similar al limón y con pezones en sus dos extremos.
Cultivo
El cultivo de la lima queda restringido a las regiones del planeta que dispongan de climas tropicales o subtropicales, con una humedad relativa bastante alta y temperaturas elevadas que apenas acusen heladas. Por este motivo, las zonas del sureste español que dispone de vergeles verdes como las huertas de Murcia y Valencia, cuentan con plantaciones de limeros.
Se trata de una especie sensible a la salinidad de los suelos, prefiriendo para su correcto desarrollo los pedregosos, poco profundos y con escasa materia orgánica.