El aguacate es el fruto del aguacatero o Persea americana, un árbol muy vigoroso con origen sudamericano que en la actualidad se cultiva mayoritariamente en México y Brasil, así como en zonas de clima templado de todo el planeta.
Queda integrado en la familia de las Lauráceas, plantas leñosas de climas cálidos. Su fruto oval (la única parte comestible del árbol), recuerda el aspecto de una pera, con 10-13 cm de tamaño, aunque de piel gruesa, dura y rugosa al tacto cuando los ejemplares aún están verdes. En su interior contiene pulpa cremosa, casi aceitosa y una única semilla redondeada de grandes dimensiones (2-4 cm de longitud). El peso de las piezas con mayor comercialización ronda los 150-350 gramos, aunque dependiendo de la variedad, pueden oscilar entre los 100 gramos y los 2 kilos.
Sus tonalidades diferencian claramente tres zonas: piel de corteza verde intenso con distintas tonalidades (según variedad y grado de maduración, llegando incluso a oscurecerse), pulpa en tonos verdosos claros o cremas pálidos (similares a productos lácteos como la mantequilla) y semilla amarronada.
Variedades
Los aguacates pertenecen básicamente a tres variedades diferenciadas y que provienen de América Central:
Mejicana. Soporta mejor temperaturas frescas. Frutos de tamaño inferior a la media y mayor concentración de aceite en su pulpa.
Antillana. Frutos de gran tamaño y escasa concentración de aceite en su pulpa.
Guatemalteca. Caracteres intermedios entre las dos anteriores.
Algunas de las variedades más comercializadas en los mercados internacionales son:
Hass. Probablemente la variedad más consumida en España y en concreto en la Región de Murcia. Pequeño tamaño, de piel rugosa y verde intenso con pulpa amarillenta. Su producción está concentrada en México y España.
Bacon. Variedad temprana con tonalidades brillantes en el verde de su piel. Cultivada en España.
Cocktail o dátil. Variedad alargada y con ausencia de hueso central. Cultivado en Izarles y España y comercializado principalmente en Francia.
Fuerte. Piel fina y áspera, carente de brillo, aunque de sabor extraordinario para su consumo. Cultivado en Israel, Kenia, Sudáfrica y España.
Pinkerton. Estructura parecida a la pera y piel rugosa. Se cultiva en Israel.
Cultivo
La reproducción de aguacate se puede desarrollar mediante semilla o por injertos, este último es el sistema recomendado para las variedades comerciales, debido a la obtención de un arbolado y fruto de calidad, así como tamaño uniforme.
El cultivo del aguacate está ligado desde su origen a climas templados o cálidos, con plantaciones vinculadas a grandes alturas que pueden rondar los 800-2.500 m.s.n.m. (habituales en Centro y Sudamérica), evitando así ciertas plagas que afectan a este árbol, en concreto a sus raíces.
Las temperaturas condicionan el cultivo de las diferentes razas o variedades de aguacate, existiendo algunas, como la mejicana, más resistente al frío. Las precipitaciones deben rondar los 1.200 mm anuales, distribuidos a lo largo de todo el año, evitando sequías prolongadas o excesos de agua durante la floración y fructificación, ya que debilitan los árboles provocando respectivamente la caída de hojas o frutos.
El terreno donde se realicen las plantaciones quedará protegido del viento, impidiendo la rotura de sus ramas o caída de flores, hojas y frutos.
El sustrato deberá contener una textura ligera, con buen drenaje y pH neutro, aunque también se desarrolla en suelos arcillosos o franco arcillosos que no contengan altos índices de humedad, ya que puede afectar de forma negativa a las raíces.
La recolección se lleva a cabo a mano (se trata de un fruto muy delicado) cinco años después de haber sido injertado el árbol, aumentando el número de frutos recogidos en los años sucesivos (tras 10 años algunas variedades pueden ofrecer cerca de 1.00-1.500 ejemplares por recolección). En la región mediterránea los aguacates están listos para su recolección los meses comprendidos entre noviembre y marzo.
Propiedades nutritivas
El componente principal del aguacate es el agua, seguido por las grasas (el 72% de ácido oleico), lo que hace de este alimento un producto con elevado valor calórico (tan sólo superado entre las frutas por el coco).
Los grupos de vitaminas presentes en su composición son principalmente el E, de acción antioxidante, y el B, especialmente la B6 o piridoxina.
Entre los minerales destaca la presencia de potasio y magnesio.