Auténtico ecosistema fluvial, el río Segura constituye un importante vínculo entre los animales y vegetales que desarrollan su hábitat, especialmente a lo largo de la Vega Alta y parte de la Media. Incluso ha condicionado la situación de muchos municipios regionales que no existirían sin el río o sus afluentes.
El río Segura (en latín Thader, en árabe Oled Al abyad -río blanco-) nace en el paraje de Fuente Segura, a 5 km de Pontón Bajo en el municipio de Santiago-Pontones (Jaén). Sus aguas brotan de una cueva natural inundada, a 1.413 m de altitud. Discurre por las provincias de Jaén, Albacete, Murcia y Alicante y desemboca en el Mediterráneo tras un recorrido de 325 km y una cuenca hidrográfica estimada en 19.525 km2 con capacidad de embalse de 1.129 Hm3, repartidos en quince pantanos o embalses.
Tras su nacimiento se abre paso entre los farallones de caliza tan característicos de la sierra de Segura. Recoge de manera delicada las aguas de los arroyos que bajan de estos altos llanos y que caen estrepitosamente hacia el río por laderas y paredes casi verticales, formando abruptas cerradas donde el río corre encajonado. Cuando llega a la aldea de Huelga Utrera, recibe desde el norte las aguas del río Madera, que también nace en la sierra de Segura, y se encamina hacia el este-noreste. Atravesando una orografía muy cerrada con un paisaje dominado por densos pinares, el Segura llega hasta la aldea de la Toba donde el río se almacena formando el embalse de Anchuricas. Desde aquí toma definitivamente rumbo hacia el este abandonando la provincia de Jaén para adentrarse en tierras de Albacete.