La reciente descripción de cuatro nuevas especies de anfibios para el conjunto del territorio peninsular, entre las que destaca el Sapo Partero Bético (Alytes dickhilleni), el Sapillo Moteado Ibérico (Pelodytes ibericus), y el Sapillo Pintojo Meridional (Discoglossus jeanneae), que se separa del Sapillo Pintojo Ibérico (D. galganoi), y los consiguientes estudios sobre la distribución de éstos y otros anfibios, aportan nuevas especies y localidades a una región como la de Murcia, que tiene un importante papel como límite meridional, y frontera, en la conservación de buena parte de dichas especies.
A la adscripción de las mismas como presentes en la Región de Murcia en algunos trabajos recientes, hay que sumar la presencia contrastada de otros anfibios, como el Sapo Partero Común (Alytes obstetricans), el Sapillo Moteado (Pelodytes punctatus), o el Sapo de Espuelas (Pelobates cultripes), así como la más que probable extinción de la Ranita Meridional (Hyla meridionalis). No se ha corroborado, pese a los esfuerzos empleados, la posible presencia de Tritón Pigmeo (Triturus pygmaeus), subespecie del Tritón Jaspeado (Triturus marmoratus) elevada a la categoría de especie. Y se ha descartado la presencia de Sapo verde (Bufo viridis).
Añadir, por último, a este novedoso catálogo de anfibios murcianos, los Anuros más comunes: Sapo Corredor (Bufo calamita), Sapo Común (Bufo bufo) y Rana Verde Común (Rana perezi), listado que se completa con dos Urodelos, la Salamandra Común (Salamandra salamandra) y el Gallipato (Pleurodeles waltl), lo que, en este momento, hace un total de 11 especies de anfibios presentes en la Región de Murcia.
De éstas, 8 especies se distribuyen exclusivamente por la Península Ibérica, o como mucho, hasta el sur de Francia. Otras tres las compartimos con el norte de África, y solamente dos tienen una distribución europea.
Pero esta riqueza faunística que refleja uno de los grupos más utilizado como bioindicador en estudios medioambientales, el de los Anfibios, se encuentra en franco declive frente a las amenazas genéricas que se ciernen sobre ellos, y que en Murcia se ven particularmente acentuadas, por su clima árido y por el exhaustivo aprovechamiento del agua. Todo ello ha provocado la desaparición de poblaciones enteras de algunas especies hasta hace poco bien distribuidas en Murcia, y la fragmentación y aislamiento genético de las restantes.