El sentimiento religioso y el fervor popular se extienden por toda la Región durante Semana Santa, compartiendo espacio con el arte escultórico y con las obras de los grandes imagineros.

Cartagena brilla por la suntuosidad, orden y marcialidad de sus desfiles pasionales, marcados por la rivalidad entre Californios y Marrajos; Lorca por la riqueza artística de los bordados, las sedas matizadas y la grandeza de sus desfiles bíblico-pasionales, en los que destacan las rivalidades centenarias de los pasos Azul y Blanco, mientras que en Murcia la belleza de las imágenes, el colorido de las túnicas, los atuendos huertanos y el reparto de caramelos otorgan un carácter propio a su Semana de Pasión.