Transcurridos más de 100 años después de la tragedia del Sirio, Cabo de Palos se ha convertido en un atractivo puerto turístico que basa su riqueza en la restauración, la pesca y el buceo, actividad esta última que ha irrumpido de forma espectacular proyectando internacionalmente el nombre de este hermoso pueblo pesquero de la costa murciana.

    El hundimiento del transatlántico no sucedió en un punto intrascendente de la costa española sino en un enclave marítimo considerado el mejor destino de buceo del continente europeo. Otros grandes buques sufrieron la misma suerte y descansan junto a los restos del Sirio a más de 50 metros de profundidad, en una de las áreas más prolíficas del Mar Mediterráneo.

    La pequeña localidad de Cabo de Palos apenas supera los 1.000 habitantes, sin embargo, goza de gran prestigio entre los amantes del buceo, actividad que permite descubrir espacios naturales de gran interés.

    Diferentes razones explican esta valoración: extraordinaria abundancia de vida marina, diversidad de paisajes submarinos, excelentes condiciones ambientales a lo largo del año y restos de grandes naufragios pertenecientes a distintas épocas históricas.

Autora:
Amelia Cánovas
Oceanógrafa
Directora del Centro de Interpretación de Cabo de Palos